El maestro zen Obaku preguntaba todas las mañanas : "Obaku, ¿todavía estás aquí ?".
Sus discípulos decían : ¡si te oye gente de fuera pensarán que estás loco! ¿por qué haces eso?.
Él decía : Por que de noche me olvido de todo...una mente solitaria sin sueños ni pensamientos...cuando me despierto tengo que recordarme a mí mismo que Obaku está aquí . ¿ a quien le puedo preguntar ? Solo puedo preguntármelo a mi : Obaku ¿todavía estás aquí?.
y el mismo se respondía si señor!.
Uno debe tener un respeto profundo hacía sí mismo.
Más que repetir los nombres de Rama y krishna, es una disciplina muy buena preguntarte a ti mismo ; pronuncia tu nombre y preguntas : ¿todavía estás aquí? ( que no te preocupe si alguien te oye),y respondes ¡ si señor!.
Si puedes hacerlo,te sorprenderá de que sigue un gran silencio.Cuando preguntas ¿todavía estás aquí?, y respondes ¡si señor!,después sigue un gran silencio.
Es también un recuerdo de tu propio ser,y un respeto,una gratitud de que se te ha dado un día más , que el sol va a salir otra vez, de que por un día mas podrás al menos ver las rosas florecer.
Nadie lo merece pero la vida,en su abundancia, sigue vertiendolo sobre tí
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