A veces creemos que hay gente a quien el dolor no le ha golpeado la puerta; sin embargo , la imperfección es parte de la esencia de todos nosotros y a todos nos toca sufrir .Lo que nos diferencia a unos y a otros es como no lo tomamos.Podemos elegir entre aprender del fracaso , el error ,la injusticia ,la enfermedad y la muerte, o no.Podemos elegir entre ignorar u ocultar ese dolor y tratarlo con frivolidad , o aprender de el .
Cuando se trata del dolor de los otros , todos estamos ligados por lazos invisibles , y si alguno de nosotros sufre , ese sufrimiento nos afecta a todos ,aunque creamos que el dolor ajeno no nos toca y que no puede entrar en nuestras vidas. Si bien es cierto que no lo podemos sentir con la misma intensidad que el que lo padece, es posible solida rizarnos con ese sufrimiento y aprender de él.
Sin embargo, el sufrimiento propio es el que más nos enseña .A partir de la experiencia del dolor nos volvemos compasivos y solidarios, aprendemos a perdonar y somos capaces de comprender la existencia humana en toda su dimensión.
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