viernes, 4 de septiembre de 2009

EL PROBLEMA NO ES EL MIEDO

Pudiera ser que alguna vez te sientas preocupado por el miedo. Después de todo, las personas mentalmente sanas siempre tienen miedo de unas cuantas cosas. Y se sabe cuán limitante y molesto suele ser.

Sin embargo, no deberíamos ver el problema en esa emoción. Ya que el miedo no es más que una advertencia ante cosas potencialmente peligrosas. El problema está en realidad en la manera de afrontarlo. Porque en definitiva casi siempre el miedo en sí puede ser resuelto sencillamente alejándonos de la situación u objeto que lo desencadena.

Por eso voy a dar algunas ideas para enfrentar esa molesta experiencia emocional:

  • Determina exactamente a qué le tienes miedo. No pares hasta perfilar con precisión qué es lo que te provoca la aversión.
  • Seguidamente averigua hasta qué punto tu temor está fundamentado. Debes saber que casi todos los temores son infundados. Por eso debes asegurarte que en verdad tengas razones para temer. Si existen tales motivos objetivos, entonces el miedo es perfectamente comprensible.
  • Si el temor es ante algo que de todas formas tendrás que enfrentar, afróntalo cuanto antes. Verás cuán tranquilo te sientes poco tiempo después que todo haya pasado.
  • Busca compañía para afrontar tus miedos. Cuando no los enfrentas solo entonces puedes sentirte mejor.
  • Comenta tus temores con personas de confianza. El ser escuchado y oír criterios de una persona comprensible puede ayudarte.
  • Investiga y reflexiona sobre el objeto que te provoca temor. Mientras más sepas acerca de él, menos inseguro te sentirás en su presencia.
  • Prepárate para arrostrar las situaciones riesgosas. Piensa de forma optimista e imagínate a ti mismo enfrentando con agrado y valor la situación que te infunde temor.
  • Si la situación que te infunde temor es el medio para alcanzar un fin; entonces concéntrate en el fin y no en el medio. Debes pensar preferentemente en qué quieres alcanzar a través de enfrentarte a lo que te da miedo. Comprender el sentido que tiene pasar por la situación que te atemoriza y ver que vale la pena, aliviará un poco tu miedo.
  • Evita huir constantemente de la situación molesta. Siempre que te sea posible enfréntala aunque sea de manera parcial. Trata de permanecer a cierta distancia de ella un rato hasta que tu miedo disminuya.
  • Realiza pequeños experimentos con la situación que te asusta. Acércate a ella y aléjate y repítelo sucesivamente. Juega con ella y observa hasta qué punto tu temor está fundamentado.
  • Piensa en qué es lo peor que pudiera pasar, qué sería lo que más te asustaría. Entonces decide estar dispuesto a enfrentar con valor ese extremo.

No es posible vivir sin ningún miedo en absoluto. Pero si sigues estos consejos verás como tus temores serán más fácilmente manejables.

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Acerca del autor:

Alejandro Capdevila

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ALMA

EL ALMA ATRAE AQUELLO QUE SECRETAMENTE ALBERGA; AQUELLO QUE AMA ,Y TAMBIEN AQUELLO QUE TEME

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