El aprendiz visitó su maestro algún día y le preguntó Maestro como puedo llegar a la iluminación (sagrado?) el viejo sabio le llevo al aprendiz al rio sagrado el Ganges. Le hizo arrodillar en la orilla y con la cabeza justo encima el agua. Entonces el maestro colocó la mano encima de la nuca del aprendiz.
Empezó a empujar y bajaba la cabeza del aprendiz completamente en el agua. Después de un minuto el aprendiz se puso muy nervioso. Después de un minuto y medio el aprendiz entró en pánico, se movía bruscamente los brazos, el cuerpo y la cabeza para poder salir. El maestro le mantenía debajo del agua. No podía salir la cabeza del agua. Después de dos minutos cuando pensaba que iba a ahogar, el maestro le soltó.
El aprendiz salto del agua, deseando respirar. El maestro se reía; ¿Dime cuál ha sido tu deseo más fuerte ahora?
Poder respirar dijo el chico
Ahora bien dijo el maestro si tu deseo hacía la iluminación es igual de fuerte, entonces lo recibirás
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